lunes, 23 de noviembre de 2009

El año del cambio (y fuera).







Actualización 1 diciembre:

Calderón ya hizo propia una parte de la propuesta de la coparmex y demás jugadores en la sombra al contemplar reelección de diputados. Parece ser que no encontró ambiente para reducir el número de legisladores.


Ya viene la ofensiva mediática para proclamar que el que sigue es el año del… fuera del título, ya da miedo usar la palabra pues tomada por asalto desde la oficina de prensa de la presidencia; secuestrada para convertirla en frase feliz que nos haga creer que llegó Arturo de Córdoba a Presidir en Los Pinos con la visión para rebatir tres años de incumplimientos y desviar la atención con una campaña orquestada en varios frentes para acabar con el pluripartidismo en México. Si,  ese es el tema detrás del cual vamos a esconder el fracaso del modelo económico. El del “fracaso” de la cámara en auto-regular su gula (aquí puedes hacer click para ver una muestra) y en la frustración por el procedimiento parlamentario. -“El proceso económico sería tan maravilloso si tuviésemos una cámara honesta y bicameral en la que ya no entren esos revoltosos de la izquierda”. Es la esencia del mensaje que se da desde los medios controlados por la presidencia y una persistente “cadenita” de correos electrónicos. Dos grandes tajadas casi perfectamente cortadas en dos preciosos tostones; llegar así a lo que desde el precipicio de un mando disperso y de prioridades trastocadas ha sido obsesión trans-sexenal: Acabar con la izquierda partidista. Dejarla fuera del debate y mandarla una vez más a la clandestinidad y la protesta callejera en donde el automovilista justificará granaderos, antimotines y gases lacrimógenos con tal de poder circular libremente. Convertir el tumulto de voces disidentes de la cámara en un reposado diálogo de diputados profesionalizados y bien maiceados por las transnacionales; dar punto final al incómodo trance de los presidentes y los consorcios que mueven sus manos de lidiar con ñoños idealistas recién bañados que creen que algo de sus promesas de campaña se debe de reflejar en su votación y su discurso. Un método más refinado de entronizar al verdadero elector en el país: la televisión, Polifemo filantrópico con patente de corso para convertir la limosna en razón de Estado exenta de impuestos; paraíso de los monopolios con lacayos de la talla de Calderón para profundizar un modelo económico en bancarrota. Un fascismo de nopal y reboso de falsa moralina que desde el centro de un trono de oro apunta con el catequismo en la mano hacia el horror de diputados que no asumen como propia “la justa medianía” juarista. Sí, un examen de conciencia para todos aquellos que abusaron de la prebenda; Pero, ¿no ha sido en la presidencia justamente donde se han fraguado los mayores fraudes y desfalcos contra la nación?  Los múltiples recates carreteros una forma de convertir el quebranto de empresas en carga colectiva; el FOBAPROA una forma de transferir el costo de los errores de diciembre a toda la sociedad; la privatización de TELMEX un saqueo de una riqueza colectiva para entregárselo a un solo postor; La leche radioactiva de CONASUPO y los dramas del ergástulo del hermano incómodo un engendro con patente exclusiva de Los Pinos… Aquí el lector puede aportar todos los ejemplos -que por falta de espacio dejamos sin mencionar- de la rapiña ejecutiva. Ahora resulta que los 9,000 millones que nos cuestan los diputados son más importantes que los 200,000 millones de los cuales la presidencia no puede dar cuenta por estar extraviados en innumerables fideicomisos fuera de la caja de cristal en la que supuestamente iba a gobernar el que prometía paraísos sin cobro de tenencia.  San Mateo feliz: “O ¿cómo dirás á tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí la viga en tu ojo?” Es fácil caer en la tentación de decir que no hay inteligencia en el muñequito de trapo que con mala retórica empuja agendas con el signo de la estulticia reiterativa de Goebbels. Error. “La torpeza” es parte de un diseño fino que tiene la intención de distraer la atención de la mano que opera en la sombra y en cierta medida el costo que se tiene que pagar para poder permanecer oculto,  y velada la intención de rematar lo que queda de auténtica oposición a la ruta de la entrega absoluta de México a la rectoría divina de la ganancia; el eterno patio trasero de la doctrina Monroe convertida en bula del concilio pentagonal en Washington.
Un sistema “bipartidista” con reelección eterna de legisladores erigidos en casta inamovible con patrocinador en algún fabricante de jabones.  Nos hacía falta parecernos más a nuestros vecinos, mimetizarnos en un país que  vertiginosamente ha pasado de la riqueza a la ruina, que cotidianamente saquea a su población para sacar del fuego las castañas de cinco conglomerados bancarios que de lo contrario yacerían en ruinas; que bombardea matrimonios en Afganistán a control remoto desde Texas en guerras de ocupación perfectamente amorales donde han ido a morir antes tantos imperios.
Digámoslo con toda la seriedad del caso: para hablar de México necesitamos comenzar revisando a nuestro vecino que tanto admira nuestra elite. Barack Obama, el presidente “del cambio en el que puedes creer”; traducido ahora a Felipe Calderón: “2010 el año del cambio”. Finalmente entramos en sincronía con el desprestigio de un presidente que a la par del nuestro se ha caracterizado por no haber podido o querido respetar sus promesas de campaña. Demagogia pura de un ejecutivo que deja en manos del clan Bush la cartera de Defensa;  en la de la familia Clinton la del departamento de Estado; y en el clan Goldman & Sachs el Departamento del Tesoro. Un presidente de fina retórica maquilada en Harvard para impulsar la agenda de todo aquello que impugnó como candidato. Continuismo perfecto de Greenspan a Bernanke; de Paulsen a Geithner. Calderón presidiendo la economía de peor desempeño en el continente gracias a ser niño aplicado con estrellita en la frente del sector financiero que en  esta larga recesión que apenas comienza reporta excelente estado de salud, utilidades y protección ejecutiva; persiguiendo quimeras en Chicontepéc a favor de perforadoras que están felices de cobrar por el deporte de practicar hoyos de pozos secos y no viables para la paraestatal PEMEX. Toda la saña contra Luz y Fuerza del centro para poder conceder la fibra óptica libre de engorrosos impuestos al monopolio que garantice el bloqueo al acceso de Los Pinos a quien resulte contrario a sus intereses.
Citaba esta columna a Franklin Delano Roosevelt en la entrega numero 10 de junio 8 a 14: “La primera verdad es que la libertad de una democracia no está segura si el pueblo tolera el crecimiento del poder privado hasta un punto en que es más fuerte que el estado democrático mismo que lo alberga. Ese estado de cosas es en esencia fascismo, o sea la propiedad del gobierno en manos de un individuo o cualquier grupo privado controlador”. Llegamos a vísperas del bicentenario de la independencia de México a punto de perderla. Ese año ha sido designado como el de la abrogación de la historia de México. Desde la presidencia se monta la ofensiva para eliminar los pocos contrapesos que quedan en la balanza. Se aprovecha el desequilibrio y la dislocación que provocan el desempleo y el hambre para redirigir el malestar popular en contra del “poder incómodo” que queda representado en el legislativo. Primero fueron las cadenas en Internet y ahora aparece Gerardo Gutiérrez Candiani de la COPARMEX haciendo propias las iniciativas “anónimas”, resolviendo la duda  en torno al sector social originario de la idea. Queda la pregunta: ¿Sabrán los diputados lo que se están jugando en este final de partida? En la respuesta que se pueda dar a esta pregunta se asoma el rayo de esperanza que puede ofrecer esta columna.

Incluyo AQUÍ otra de las cadenitas referente a salarios y AQUÍ la referente a eliminar plurinominales y  bajar el número de diputados






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