El Titanic
Conforme México fue tropezando de forma cada vez mas severa en el plano económico, mas fuerza tomaron las sugerencias del gobierno norteamericano que iba condicionando los "rescates" financieros a la apertura 1 de sectores estratégicos de la actividad económica mexicana. Así llegamos al siglo XXI en donde litorales, minería, sector energético; Lo fundamental del pulso económico mexicano; se encuentran a remate del mejor postor... Siempre y cuando entendamos que el mejor postor es nuestro vecino del norte, porque si llegan los chinos a intentar establecer cabezas de playa comerciales (v.gr. Dragon mart), entonces se desata una campaña propagandística con sobretonos xenofóbicos en donde la embajada norteamericana desempolva un costal de banderitas tricolores para repartir en las manifestaciones de repudio periodístico y de espacios de opinión en televisión y radio netamente antichinas. Digamos que hemos llegado a una excelente situación desde la perspectiva norteamericana en donde nuestros opinólogos y columnistas articulan -con sabor de raspado de jamaica- la doctrina Monroe... "México para los americanos", que ellos si saben como hacerlo bien y en democracia y a cambio de mantener la porosidad fronteriza. ...Que nadie se atreva a diversificar la presencia de capitales foráneos en el país porque le puede pesar... Brinca a la memoria el impulso hispanista de Calderón que quedó bien cercenado por varios motivos de peso. no siendo el menor de ellos que el proyecto ibérico de una reconquista por vía del capital se vió truncada frente a la bancarrota masiva que sufrió y sigue sufriendo desde el 2008.
Así llegamos a este 2014 en donde las leyes fiscales, energéticas y de telecomunicaciones se redactan en competencia entre los grupos monopólicos mexicanos y norteamericanos. En donde el congreso es, en todo su esplendor presupuestal, una "oficialía de partes". En otras palabras, hemos llegado al paraíso. El proyecto de integración norteamericana culmina con la llegada del sexto presidente entreguista de esta nueva era colonial que inició con Miguel de la Madrid Hurtado. Se regodea en la próxima aprobación (durante el mundial de futbol 2) de las leyes secundarias que reglamentan el ritmo y la cuantía de la apertura de los sectores estratégicos. Justo a tiempo hemos atado nuestra chinampa al poderoso e inundible Titanic norteamericano.
Fuera del alcance de la comprensión de los opinólogos mexicanos (les pagan para nunca llegar a entender y mucho menos mencionar esta matriz de datos), La economía norteamericana hace agua por varios frentes. Su presupuesto público en todos los niveles es un mar de tinta roja a la vista de todos. Fuera de los titulares o de las columnas de opinión las clases medias norteamericanas están siendo sacrificadas frente a la fría lógica fiduciaria de que toda inversión requiere un retorno de capital... La bancarrota es para los perdedores, aquellos que no pertenecen al exclusivo club de los "made men" de los gigantes bancarios. Sobran artículos que reseñan esta bancarrota económica... pero también ética, del gobierno corporativo norteamericano. Baste asomarse a un listado de artículos escritos por Matt Taibbi en el Rolling Stone para actualizarse respecto al nivel de podredumbre en el que se ahoga nuestro vecino.
Las elites mexicanas ponen en práctica un autismo financiero y político, una ceguera deliberada para ignorar los focos rojos que se prenden en el tablero. Sin embargo la realidad se filtra en los discursos. Ya apareció Videgaray diciendo que todo el ensamblado de reformas estructurales que hemos sufrido tendrán sus resultados en el próximo sexenio. Esta negativa a vivir en el presente tiene algo de católico en donde todos los placeres y todas las necesidades serán cubiertas en el "más allá" de este sexenio. Esta admisión a medias de los arquitectos del actual desastre no ha sido comprendida en su dramática totalidad por los observadores informados.
"Nearer my god to thee" no nos la sabemos pero si gusta le tocamos "Fallaste corazón" |
* 2 la evidencia que faltaba para corroborar lo que el sentido común decía: prefieren un macrosabadazo, el debate no es lo suyo.
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